Rusia y Turquía desarrollan la cooperación energética

La cooperación en el sector energético será uno de los temas principales de las negociaciones ruso-turcas en Moscú.

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, y el primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan analizarán no solo la interacción en el ámbito petróleo y el gas, sino también la ejecución del más importante proyecto ruso de inversiones en Turquía: la construcción de la central nuclear de Akkuyu.

La agenda de la visita del primer ministro turco a Rusia es muy saturada. Las variantes para normalizar la situación en Siria centrará las negociaciones. No es casual que la visita de Erdogan a Rusia se produzca al día siguiente de las negociaciones que sostuvo Putin con el enviado especial de las Naciones Unidas y la Liga Árabe, Kofi Annan. Con anterioridad, el diálogo entre Moscú y Ankara sobre el particular se tornó más tenso tras el derribo de un caza de reconocimiento turco en Siria.

Y no obstante, las relaciones económicas entre ambos países prácticamente son muy buenas. Después de Alemania, Rusia es el segundo socio comercial de Turquía. El año pasado, los países acordaron elevar los índices comerciales previos a la crisis, de treinta y dos mil millones de dólares a cien mil millones de dólares. Esta meta se está cumpliendo a través de los mecanismos del Consejo de Cooperación de Nivel Supremo. En otoño de este año deberá celebrarse su tercera sesión.

La cooperación en el sector energético fue denominada estratégica. El gas ruso llega a Turquía por el gasoducto “Blue Stream”. Además, se alcanzaron importantes acuerdos sobre el tendido del gasoducto “South Stream” en aguas territoriales turcas –señala el analista de la compañía Arbat Capital,Vitali Gromadin:

—Nuestra cooperación con Turquía es muy fructífera. Ayudamos a Turquía a ser un nudo de tránsito para el transporte de recursos energéticos de Rusia al Asia Central. Ankara permitió el tendido de la tubería South Stream por la plataforma continental turca. Hemos convenido en participar en la construcción del oleoducto Samsun-Ceyhan, que permite descargar el estrecho turco. La parte rusa participa en calidad de garante del relleno de ese oleoducto.

Sin embargo, actualmente, el proyecto energético ruso de mayor envergadura en Turquía es la construcción de la central nuclear de Akkuyu. Según últimos datos, su costo será de veinticinco mil millones de dólares. El contrato con Gazprom fue sellado el año pasado. Tras el desastre de Fukushima muchos países renunciaron a sus proyectos atómicos. Ankara, por el contrario, manifestó la intención de construir su primera planta nuclear propia. El proyecto Akkuyu debe elevar a un nuevo nivel la cooperación energética de los dos países –dijo a La Voz de Rusia el ministro turco de Energía y Recursos Naturales, Taner Yildiz:

—Estamos muy satisfechos con el desarrollo de nuestra cooperación energética y tenemos previsto ampliarla. Ambas partes están interesadas en mantener el alto nivel de interacción, tanto a nivel estatal como privado. Quisiera que nuestra cooperación en materia de energía atómica sea más intensa, igual que en la esfera del gas. Confío en que tarde o temprano así será.

Ankara calcula que para 2015 multiplicará el consumo energético 2,5 veces y construirá no menos de doce reactores nucleares. Rusia puede ser uno de los principales socios de Turquía en el cumplimiento de esos planes –estima Vitali Gromadin:

—Rusia tiene muy buenas posibilidades de participar en todos los proyectos en el sector energético atómico. Tras la catástrofe acaecida en Japón, Turquía optó precisamente por los especialistas rusos. Se trata de un factor muy importante después de lo que hemos observado en Japón, y pienso que también es una prueba a favor de la participación de nuestro país.

La construcción de la planta atómica en Turquía se lleva a cabo según un esquema nuevo para Rosatom. El consorcio, de acuerdo con el contrato cerrado a largo plazo, se compromete a ejecutar el proyecto y ocuparse de las labores de mantenimiento y explotación de Akkuyu. Cabe añadir que el holding energético ruso Inter RAO posee asimismo una participación en el proyecto. A la vez, la compañía se propone desarrollar en los próximos años su presencia en el mercado turco y ya presentó una solicitud para la adquisición de varios activos energéticos.

Link a la noticia:La cooperación en el sector energético será uno de los temas principales de las negociaciones ruso-turcas en Moscú.

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, y el primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan analizarán no solo la interacción en el ámbito petróleo y el gas, sino también la ejecución del más importante proyecto ruso de inversiones en Turquía: la construcción de la central nuclear de Akkuyu.

La agenda de la visita del primer ministro turco a Rusia es muy saturada. Las variantes para normalizar la situación en Siria centrará las negociaciones. No es casual que la visita de Erdogan a Rusia se produzca al día siguiente de las negociaciones que sostuvo Putin con el enviado especial de las Naciones Unidas y la Liga Árabe, Kofi Annan. Con anterioridad, el diálogo entre Moscú y Ankara sobre el particular se tornó más tenso tras el derribo de un caza de reconocimiento turco en Siria.

Y no obstante, las relaciones económicas entre ambos países prácticamente son muy buenas. Después de Alemania, Rusia es el segundo socio comercial de Turquía. El año pasado, los países acordaron elevar los índices comerciales previos a la crisis, de treinta y dos mil millones de dólares a cien mil millones de dólares. Esta meta se está cumpliendo a través de los mecanismos del Consejo de Cooperación de Nivel Supremo. En otoño de este año deberá celebrarse su tercera sesión.

La cooperación en el sector energético fue denominada estratégica. El gas ruso llega a Turquía por el gasoducto “Blue Stream”. Además, se alcanzaron importantes acuerdos sobre el tendido del gasoducto “South Stream” en aguas territoriales turcas –señala el analista de la compañía Arbat Capital,Vitali Gromadin:

—Nuestra cooperación con Turquía es muy fructífera. Ayudamos a Turquía a ser un nudo de tránsito para el transporte de recursos energéticos de Rusia al Asia Central. Ankara permitió el tendido de la tubería South Stream por la plataforma continental turca. Hemos convenido en participar en la construcción del oleoducto Samsun-Ceyhan, que permite descargar el estrecho turco. La parte rusa participa en calidad de garante del relleno de ese oleoducto.

Sin embargo, actualmente, el proyecto energético ruso de mayor envergadura en Turquía es la construcción de la central nuclear de Akkuyu. Según últimos datos, su costo será de veinticinco mil millones de dólares. El contrato con Gazprom fue sellado el año pasado. Tras el desastre de Fukushima muchos países renunciaron a sus proyectos atómicos. Ankara, por el contrario, manifestó la intención de construir su primera planta nuclear propia. El proyecto Akkuyu debe elevar a un nuevo nivel la cooperación energética de los dos países –dijo a La Voz de Rusia el ministro turco de Energía y Recursos Naturales, Taner Yildiz:

—Estamos muy satisfechos con el desarrollo de nuestra cooperación energética y tenemos previsto ampliarla. Ambas partes están interesadas en mantener el alto nivel de interacción, tanto a nivel estatal como privado. Quisiera que nuestra cooperación en materia de energía atómica sea más intensa, igual que en la esfera del gas. Confío en que tarde o temprano así será.

Ankara calcula que para 2015 multiplicará el consumo energético 2,5 veces y construirá no menos de doce reactores nucleares. Rusia puede ser uno de los principales socios de Turquía en el cumplimiento de esos planes –estima Vitali Gromadin:

—Rusia tiene muy buenas posibilidades de participar en todos los proyectos en el sector energético atómico. Tras la catástrofe acaecida en Japón, Turquía optó precisamente por los especialistas rusos. Se trata de un factor muy importante después de lo que hemos observado en Japón, y pienso que también es una prueba a favor de la participación de nuestro país.

La construcción de la planta atómica en Turquía se lleva a cabo según un esquema nuevo para Rosatom. El consorcio, de acuerdo con el contrato cerrado a largo plazo, se compromete a ejecutar el proyecto y ocuparse de las labores de mantenimiento y explotación de Akkuyu. Cabe añadir que el holding energético ruso Inter RAO posee asimismo una participación en el proyecto. A la vez, la compañía se propone desarrollar en los próximos años su presencia en el mercado turco y ya presentó una solicitud para la adquisición de varios activos energéticos.

Link a la noticia:La cooperación en el sector energético será uno de los temas principales de las negociaciones ruso-turcas en Moscú.

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, y el primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan analizarán no solo la interacción en el ámbito petróleo y el gas, sino también la ejecución del más importante proyecto ruso de inversiones en Turquía: la construcción de la central nuclear de Akkuyu.

La agenda de la visita del primer ministro turco a Rusia es muy saturada. Las variantes para normalizar la situación en Siria centrará las negociaciones. No es casual que la visita de Erdogan a Rusia se produzca al día siguiente de las negociaciones que sostuvo Putin con el enviado especial de las Naciones Unidas y la Liga Árabe, Kofi Annan. Con anterioridad, el diálogo entre Moscú y Ankara sobre el particular se tornó más tenso tras el derribo de un caza de reconocimiento turco en Siria.

Y no obstante, las relaciones económicas entre ambos países prácticamente son muy buenas. Después de Alemania, Rusia es el segundo socio comercial de Turquía. El año pasado, los países acordaron elevar los índices comerciales previos a la crisis, de treinta y dos mil millones de dólares a cien mil millones de dólares. Esta meta se está cumpliendo a través de los mecanismos del Consejo de Cooperación de Nivel Supremo. En otoño de este año deberá celebrarse su tercera sesión.

La cooperación en el sector energético fue denominada estratégica. El gas ruso llega a Turquía por el gasoducto “Blue Stream”. Además, se alcanzaron importantes acuerdos sobre el tendido del gasoducto “South Stream” en aguas territoriales turcas –señala el analista de la compañía Arbat Capital,Vitali Gromadin:

—Nuestra cooperación con Turquía es muy fructífera. Ayudamos a Turquía a ser un nudo de tránsito para el transporte de recursos energéticos de Rusia al Asia Central. Ankara permitió el tendido de la tubería South Stream por la plataforma continental turca. Hemos convenido en participar en la construcción del oleoducto Samsun-Ceyhan, que permite descargar el estrecho turco. La parte rusa participa en calidad de garante del relleno de ese oleoducto.

Sin embargo, actualmente, el proyecto energético ruso de mayor envergadura en Turquía es la construcción de la central nuclear de Akkuyu. Según últimos datos, su costo será de veinticinco mil millones de dólares. El contrato con Gazprom fue sellado el año pasado. Tras el desastre de Fukushima muchos países renunciaron a sus proyectos atómicos. Ankara, por el contrario, manifestó la intención de construir su primera planta nuclear propia. El proyecto Akkuyu debe elevar a un nuevo nivel la cooperación energética de los dos países –dijo a La Voz de Rusia el ministro turco de Energía y Recursos Naturales, Taner Yildiz:

—Estamos muy satisfechos con el desarrollo de nuestra cooperación energética y tenemos previsto ampliarla. Ambas partes están interesadas en mantener el alto nivel de interacción, tanto a nivel estatal como privado. Quisiera que nuestra cooperación en materia de energía atómica sea más intensa, igual que en la esfera del gas. Confío en que tarde o temprano así será.

Ankara calcula que para 2015 multiplicará el consumo energético 2,5 veces y construirá no menos de doce reactores nucleares. Rusia puede ser uno de los principales socios de Turquía en el cumplimiento de esos planes –estima Vitali Gromadin:

—Rusia tiene muy buenas posibilidades de participar en todos los proyectos en el sector energético atómico. Tras la catástrofe acaecida en Japón, Turquía optó precisamente por los especialistas rusos. Se trata de un factor muy importante después de lo que hemos observado en Japón, y pienso que también es una prueba a favor de la participación de nuestro país.

La construcción de la planta atómica en Turquía se lleva a cabo según un esquema nuevo para Rosatom. El consorcio, de acuerdo con el contrato cerrado a largo plazo, se compromete a ejecutar el proyecto y ocuparse de las labores de mantenimiento y explotación de Akkuyu. Cabe añadir que el holding energético ruso Inter RAO posee asimismo una participación en el proyecto. A la vez, la compañía se propone desarrollar en los próximos años su presencia en el mercado turco y ya presentó una solicitud para la adquisición de varios activos energéticos.

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