El origen del sector textil turco se remonta al período otomano de los siglos XVI y XVII, centrándose el total de la industria nacional en este sector hasta la formación de la actual República, tras lo cual continuó su desarrollo durante el siglo XX especialmente entre los años 1923 y 1962. El crecimiento de la producción de algodón, materia básica, contribuyó decisivamente al desarrollo del sector durante los años siguientes.

Durante los años 80 el sector se abrió al exterior, suponiendo el punto de inflexión en el camino hacia la internacionalización, alcanzando durante los años 90 el 9,3% de las exportaciones totales nacionales y continuando su crecimiento hasta nuestros días.

La inmensa mayoría de las empresas del sector son de tamaño medio, dentro de una industria intensiva en capital. Las empresas que engloban el sector exportador textil turco se concentran principalmente en Estambul, Izmir, Denizli, Bursa, Kahramanmaraş y Gaziantep.

Debido a la competencia en precios de las empresas asiáticas en general y las chinas en particular, la industria textil turca se está centrado en los últimos años en ofrecer productos de alto valor añadido y alta calidad, desarrollando marcas que comienzan a verse en mercados tan importantes como el europeo.

Turquía es el tercer país mayor exportador de productos textiles y el segundo en Europa, exportando el 49% del total a la UE y teniendo como segundo mercado las antiguas repúblicas soviéticas.