El gobierno turco ya está tomando las primeras medidas para sacar a concurso el proyecto para construir un gran canal artificial que dividirá en dos Estambul por su lado europeo.
Tras la luz verde dada recientemente al plan de construir un gran canal navegable que conecte el Mar de Mármara con el Mar Negro, el vice primer ministro turco y responsable de economía Ali Babacan anunció esta semana que ya se han iniciado los estudios en coordinación con el Ministerio de Transportes para preparar la licitación del proyecto.
El llamado oficialmente “Kanal İstanbul”, conocido también popularmente como “çılgın projesi” –el “proyecto loco” en turco-, pretende construir un canal artificial que dividirá en dos la provincia de Estambul por su lado europeo con el objetivo de aliviar el tráfico marítimo que atraviesa el Estrecho del Bósforo. Se trata probablemente del proyecto más ambicioso llevado a cabo por el gobierno turco del AKP desde su llegada al poder hace más de una década.
“Ayer hablé con nuestro ministro de transportes por teléfono y le dije: demos forma al Kanal İstanbul, y hagamos nuestra oferta (para sacarlo a concurso público)”, dijo Babacan a los periodistas el jueves durante una conferencia de prensa celebrada en la capital del país, Ankara.
Está previsto que el Kanal İstanbul combine la financiación pública y privada. Según explicó el ministro turco, el proyecto empleará un modelo de concesión privada de la explotación del canal durante un período determinado al consorcio empresarial que finalmente lleve a cabo el proyecto. Babacan añadió además que la construcción del tercer aeropuerto de Estambul estará finalizada probablemente antes que el canal.
Con una capacidad anual de 150 millones de pasajeros, el tercer aeropuerto de Estambul será uno de los más grandes del mundo y convertirá a la metrópolis turca en uno de los principales nudos de comunicación del planeta. Recientemente adjudicado a un consorcio empresarial turco por 17.000 millones de euros, el nuevo aeropuerto estará ubicado de hecho junto a uno de los puentes que está previsto construir sobre el nuevo canal.
Respondiendo a preguntas de los periodistas acerca de posibles dificultades para financiar un megaproyecto de tal magnitud y la carga que éste pueda representar para las finanzas públicas, Babacan –considerado el autor del llamado “milagro económico turco”- quiso quitar importancia al asunto asegurando que el gobierno era consciente de los riesgos y que si los mercados tuvieran las mismas preocupaciones, los intereses de la deuda pública turca no se encontrarían actualmente en sus niveles mínimos en la historia.
“No hay ningún problema con las garantías del Estado en mega proyectos, dado que el riesgo se divide a lo largo de un gran período de tiempo”, explicó Babacan, quien al mismo tiempo subrayó que las expectativas sobre este tipo de proyectos también deben considerarse a largo plazo.
Link a la noticia:El gobierno turco ya está tomando las primeras medidas para sacar a concurso el proyecto para construir un gran canal artificial que dividirá en dos Estambul por su lado europeo.
Tras la luz verde dada recientemente al plan de construir un gran canal navegable que conecte el Mar de Mármara con el Mar Negro, el vice primer ministro turco y responsable de economía Ali Babacan anunció esta semana que ya se han iniciado los estudios en coordinación con el Ministerio de Transportes para preparar la licitación del proyecto.
El llamado oficialmente “Kanal İstanbul”, conocido también popularmente como “çılgın projesi” –el “proyecto loco” en turco-, pretende construir un canal artificial que dividirá en dos la provincia de Estambul por su lado europeo con el objetivo de aliviar el tráfico marítimo que atraviesa el Estrecho del Bósforo. Se trata probablemente del proyecto más ambicioso llevado a cabo por el gobierno turco del AKP desde su llegada al poder hace más de una década.
“Ayer hablé con nuestro ministro de transportes por teléfono y le dije: demos forma al Kanal İstanbul, y hagamos nuestra oferta (para sacarlo a concurso público)”, dijo Babacan a los periodistas el jueves durante una conferencia de prensa celebrada en la capital del país, Ankara.
Está previsto que el Kanal İstanbul combine la financiación pública y privada. Según explicó el ministro turco, el proyecto empleará un modelo de concesión privada de la explotación del canal durante un período determinado al consorcio empresarial que finalmente lleve a cabo el proyecto. Babacan añadió además que la construcción del tercer aeropuerto de Estambul estará finalizada probablemente antes que el canal.
Con una capacidad anual de 150 millones de pasajeros, el tercer aeropuerto de Estambul será uno de los más grandes del mundo y convertirá a la metrópolis turca en uno de los principales nudos de comunicación del planeta. Recientemente adjudicado a un consorcio empresarial turco por 17.000 millones de euros, el nuevo aeropuerto estará ubicado de hecho junto a uno de los puentes que está previsto construir sobre el nuevo canal.
Respondiendo a preguntas de los periodistas acerca de posibles dificultades para financiar un megaproyecto de tal magnitud y la carga que éste pueda representar para las finanzas públicas, Babacan –considerado el autor del llamado “milagro económico turco”- quiso quitar importancia al asunto asegurando que el gobierno era consciente de los riesgos y que si los mercados tuvieran las mismas preocupaciones, los intereses de la deuda pública turca no se encontrarían actualmente en sus niveles mínimos en la historia.
“No hay ningún problema con las garantías del Estado en mega proyectos, dado que el riesgo se divide a lo largo de un gran período de tiempo”, explicó Babacan, quien al mismo tiempo subrayó que las expectativas sobre este tipo de proyectos también deben considerarse a largo plazo.
Link a la noticia:El gobierno turco ya está tomando las primeras medidas para sacar a concurso el proyecto para construir un gran canal artificial que dividirá en dos Estambul por su lado europeo.
Tras la luz verde dada recientemente al plan de construir un gran canal navegable que conecte el Mar de Mármara con el Mar Negro, el vice primer ministro turco y responsable de economía Ali Babacan anunció esta semana que ya se han iniciado los estudios en coordinación con el Ministerio de Transportes para preparar la licitación del proyecto.
El llamado oficialmente “Kanal İstanbul”, conocido también popularmente como “çılgın projesi” –el “proyecto loco” en turco-, pretende construir un canal artificial que dividirá en dos la provincia de Estambul por su lado europeo con el objetivo de aliviar el tráfico marítimo que atraviesa el Estrecho del Bósforo. Se trata probablemente del proyecto más ambicioso llevado a cabo por el gobierno turco del AKP desde su llegada al poder hace más de una década.
“Ayer hablé con nuestro ministro de transportes por teléfono y le dije: demos forma al Kanal İstanbul, y hagamos nuestra oferta (para sacarlo a concurso público)”, dijo Babacan a los periodistas el jueves durante una conferencia de prensa celebrada en la capital del país, Ankara.
Está previsto que el Kanal İstanbul combine la financiación pública y privada. Según explicó el ministro turco, el proyecto empleará un modelo de concesión privada de la explotación del canal durante un período determinado al consorcio empresarial que finalmente lleve a cabo el proyecto. Babacan añadió además que la construcción del tercer aeropuerto de Estambul estará finalizada probablemente antes que el canal.
Con una capacidad anual de 150 millones de pasajeros, el tercer aeropuerto de Estambul será uno de los más grandes del mundo y convertirá a la metrópolis turca en uno de los principales nudos de comunicación del planeta. Recientemente adjudicado a un consorcio empresarial turco por 17.000 millones de euros, el nuevo aeropuerto estará ubicado de hecho junto a uno de los puentes que está previsto construir sobre el nuevo canal.
Respondiendo a preguntas de los periodistas acerca de posibles dificultades para financiar un megaproyecto de tal magnitud y la carga que éste pueda representar para las finanzas públicas, Babacan –considerado el autor del llamado “milagro económico turco”- quiso quitar importancia al asunto asegurando que el gobierno era consciente de los riesgos y que si los mercados tuvieran las mismas preocupaciones, los intereses de la deuda pública turca no se encontrarían actualmente en sus niveles mínimos en la historia.
“No hay ningún problema con las garantías del Estado en mega proyectos, dado que el riesgo se divide a lo largo de un gran período de tiempo”, explicó Babacan, quien al mismo tiempo subrayó que las expectativas sobre este tipo de proyectos también deben considerarse a largo plazo.