Propuesta de ley en Turquía para facilitar la compra de inmuebles a extranjeros

Los agentes inmobiliarios en la provincia occidental de Mugla están satisfechos con la nueva ley turca sobre la venta de bienes y tierras a los extranjeros.

Muğla es la tercera provincia turca con mayor inversión extranjera en bienes inmuebles y terrenos. Más de 20.600 extranjeros poseen una propiedad, con una superficie total de 5,9 millones de metros cuadrados, en la provincia de la costa del mar Egeo. Un total de 15,741 ciudadanos británicos, cuyas propiedades ocupan un total de 3,6 millones de metros cuadrados, conforman el mayor grupo de terratenientes extranjeros en Mugla, seguidos de alemanes, holandeses, irlandeses y daneses.

“Se espera que la inversión extranjera en propiedades y terrenos en Turquía aumente de forma significativa con la adopción de la nueva ley que facilitará la venta de esos activos a los extranjeros”, asegura Ziya Ercan, vicepresidente de la Federación Turca de Agentes Inmobiliarios. Hasan Ates, presidente de la Asociación de Empresas Inmobiliarias de la región de Marmaris, en Mugla, dijo que esperaban ver un gran interés por parte de compradores de los países árabes ricos en petróleo.

“El mercado tiene grandes expectativas. Algunas empresas han puesto anuncios en árabe en sus páginas web. Algunas incluso han lanzado campañas publicitarias en árabe”, afirmó Ates.

Ömer Yetkin, el presidente de otra empresa inmobiliaria de la asociación de Bodrum, cree que el nuevo código animará el mercado. Sin embargo, “el dinero debe permanecer en Turquía”, indicó. La asociación considera, por tanto, que los compradores extranjeros deben tener permisos de trabajo turco.

Unos 2.000 ciudadanos del Reino Unido ya han comprado terrenos allí, según datos de 2011, dijo Ahmet Calca, el alcalde de Ölüdeniz, otra ciudad de Muğla. “Los alemanes parecen preferir el área de Akyaka. La belleza natural de la región, su rica flora y el estilo de vida tranquilo están atrayendo muchos extranjeros”, dijo Calca.

Konya y Antalya son las dos provincias turcas con mayor inversión extranjera en bienes inmuebles y terrenos, y muchos agentes inmobiliarios de todo el país esperan un boom en las ventas a extranjeros tras la aprobación de la nueva ley. Si el nuevo proyecto de ley es aprobado, los extranjeros podrían comprar bienes raíces en Turquía en consonancia con los intereses del país. La nueva ley aumentaría la cantidad de tierra que un comprador extranjero particular puede adquirir, desde 25.000 a 300.000 metros cuadrados. El Consejo de Ministros de Turquía puede incluso duplicar la cantidad de tierra que un comprador extranjero puede comprar.

Según la nueva legislación, los compradores extranjeros estarían obligados a presentar planes de construcción antes de efectuar la compra. Los individuos y las empresas tendrán que presentar propuestas de proyectos para terrenos vacíos en el Ministerio de Medio Ambiente y Urbanismo dentro de dos años. Si se aprueba, el proyecto será enviado a la oficina del catastro de la localidad. El proyecto de ley también permite que los compradores extranjeros puedan adquirir hasta el 10 por ciento de la superficie total de zonas densamente pobladas de las ciudades. Las empresas extranjeras podrán comprar bienes raíces en zonas de seguridad militar sólo con la aprobación del Estado Mayor General. El Consejo de Ministros puede decidir si los individuos o las empresas de un determinado país pueden o no comprar una propiedad, y aprobar la ubicación y el tamaño de las propiedades inmobiliarias que compren. El Parlamento está a la espera de una decisión final del gabinete sobre la modificación del acuerdo recíproco de compras.

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Muğla es la tercera provincia turca con mayor inversión extranjera en bienes inmuebles y terrenos. Más de 20.600 extranjeros poseen una propiedad, con una superficie total de 5,9 millones de metros cuadrados, en la provincia de la costa del mar Egeo. Un total de 15,741 ciudadanos británicos, cuyas propiedades ocupan un total de 3,6 millones de metros cuadrados, conforman el mayor grupo de terratenientes extranjeros en Mugla, seguidos de alemanes, holandeses, irlandeses y daneses.

“Se espera que la inversión extranjera en propiedades y terrenos en Turquía aumente de forma significativa con la adopción de la nueva ley que facilitará la venta de esos activos a los extranjeros”, asegura Ziya Ercan, vicepresidente de la Federación Turca de Agentes Inmobiliarios. Hasan Ates, presidente de la Asociación de Empresas Inmobiliarias de la región de Marmaris, en Mugla, dijo que esperaban ver un gran interés por parte de compradores de los países árabes ricos en petróleo.

“El mercado tiene grandes expectativas. Algunas empresas han puesto anuncios en árabe en sus páginas web. Algunas incluso han lanzado campañas publicitarias en árabe”, afirmó Ates.

Ömer Yetkin, el presidente de otra empresa inmobiliaria de la asociación de Bodrum, cree que el nuevo código animará el mercado. Sin embargo, “el dinero debe permanecer en Turquía”, indicó. La asociación considera, por tanto, que los compradores extranjeros deben tener permisos de trabajo turco.

Unos 2.000 ciudadanos del Reino Unido ya han comprado terrenos allí, según datos de 2011, dijo Ahmet Calca, el alcalde de Ölüdeniz, otra ciudad de Muğla. “Los alemanes parecen preferir el área de Akyaka. La belleza natural de la región, su rica flora y el estilo de vida tranquilo están atrayendo muchos extranjeros”, dijo Calca.

Konya y Antalya son las dos provincias turcas con mayor inversión extranjera en bienes inmuebles y terrenos, y muchos agentes inmobiliarios de todo el país esperan un boom en las ventas a extranjeros tras la aprobación de la nueva ley. Si el nuevo proyecto de ley es aprobado, los extranjeros podrían comprar bienes raíces en Turquía en consonancia con los intereses del país. La nueva ley aumentaría la cantidad de tierra que un comprador extranjero particular puede adquirir, desde 25.000 a 300.000 metros cuadrados. El Consejo de Ministros de Turquía puede incluso duplicar la cantidad de tierra que un comprador extranjero puede comprar.

Según la nueva legislación, los compradores extranjeros estarían obligados a presentar planes de construcción antes de efectuar la compra. Los individuos y las empresas tendrán que presentar propuestas de proyectos para terrenos vacíos en el Ministerio de Medio Ambiente y Urbanismo dentro de dos años. Si se aprueba, el proyecto será enviado a la oficina del catastro de la localidad. El proyecto de ley también permite que los compradores extranjeros puedan adquirir hasta el 10 por ciento de la superficie total de zonas densamente pobladas de las ciudades. Las empresas extranjeras podrán comprar bienes raíces en zonas de seguridad militar sólo con la aprobación del Estado Mayor General. El Consejo de Ministros puede decidir si los individuos o las empresas de un determinado país pueden o no comprar una propiedad, y aprobar la ubicación y el tamaño de las propiedades inmobiliarias que compren. El Parlamento está a la espera de una decisión final del gabinete sobre la modificación del acuerdo recíproco de compras.

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Muğla es la tercera provincia turca con mayor inversión extranjera en bienes inmuebles y terrenos. Más de 20.600 extranjeros poseen una propiedad, con una superficie total de 5,9 millones de metros cuadrados, en la provincia de la costa del mar Egeo. Un total de 15,741 ciudadanos británicos, cuyas propiedades ocupan un total de 3,6 millones de metros cuadrados, conforman el mayor grupo de terratenientes extranjeros en Mugla, seguidos de alemanes, holandeses, irlandeses y daneses.

“Se espera que la inversión extranjera en propiedades y terrenos en Turquía aumente de forma significativa con la adopción de la nueva ley que facilitará la venta de esos activos a los extranjeros”, asegura Ziya Ercan, vicepresidente de la Federación Turca de Agentes Inmobiliarios. Hasan Ates, presidente de la Asociación de Empresas Inmobiliarias de la región de Marmaris, en Mugla, dijo que esperaban ver un gran interés por parte de compradores de los países árabes ricos en petróleo.

“El mercado tiene grandes expectativas. Algunas empresas han puesto anuncios en árabe en sus páginas web. Algunas incluso han lanzado campañas publicitarias en árabe”, afirmó Ates.

Ömer Yetkin, el presidente de otra empresa inmobiliaria de la asociación de Bodrum, cree que el nuevo código animará el mercado. Sin embargo, “el dinero debe permanecer en Turquía”, indicó. La asociación considera, por tanto, que los compradores extranjeros deben tener permisos de trabajo turco.

Unos 2.000 ciudadanos del Reino Unido ya han comprado terrenos allí, según datos de 2011, dijo Ahmet Calca, el alcalde de Ölüdeniz, otra ciudad de Muğla. “Los alemanes parecen preferir el área de Akyaka. La belleza natural de la región, su rica flora y el estilo de vida tranquilo están atrayendo muchos extranjeros”, dijo Calca.

Konya y Antalya son las dos provincias turcas con mayor inversión extranjera en bienes inmuebles y terrenos, y muchos agentes inmobiliarios de todo el país esperan un boom en las ventas a extranjeros tras la aprobación de la nueva ley. Si el nuevo proyecto de ley es aprobado, los extranjeros podrían comprar bienes raíces en Turquía en consonancia con los intereses del país. La nueva ley aumentaría la cantidad de tierra que un comprador extranjero particular puede adquirir, desde 25.000 a 300.000 metros cuadrados. El Consejo de Ministros de Turquía puede incluso duplicar la cantidad de tierra que un comprador extranjero puede comprar.

Según la nueva legislación, los compradores extranjeros estarían obligados a presentar planes de construcción antes de efectuar la compra. Los individuos y las empresas tendrán que presentar propuestas de proyectos para terrenos vacíos en el Ministerio de Medio Ambiente y Urbanismo dentro de dos años. Si se aprueba, el proyecto será enviado a la oficina del catastro de la localidad. El proyecto de ley también permite que los compradores extranjeros puedan adquirir hasta el 10 por ciento de la superficie total de zonas densamente pobladas de las ciudades. Las empresas extranjeras podrán comprar bienes raíces en zonas de seguridad militar sólo con la aprobación del Estado Mayor General. El Consejo de Ministros puede decidir si los individuos o las empresas de un determinado país pueden o no comprar una propiedad, y aprobar la ubicación y el tamaño de las propiedades inmobiliarias que compren. El Parlamento está a la espera de una decisión final del gabinete sobre la modificación del acuerdo recíproco de compras.

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